miércoles, 19 de diciembre de 2007
lunes, 17 de diciembre de 2007
Alfie's lesson
Live your life as if each day was the last and find yourself someone worthy to love.
+++
Chér Germán: J'espere que tu n'oublies jamais cette nuit.
+++
J'ai trouvé c'est que j'étais en cherchant...
J'ai trouvé c'est que j'étais en cherchant...
domingo, 16 de diciembre de 2007
Tus besos saben a que sabes, o lo único malo de la Costumbre es que cada día me gusta más
No me canso de repetir lo maravillosamente afortunado que soy al haberte conocido. Llegaste a mi vida en el momento preciso. En tí me he reencontrado conmigo mismo: aprehenderte lentamente es saborear las aguas de un oasis a mitad de un fatigoso e hirviente desierto. Siento que me has quitado la arena de los ojos y me has devuelto el aliento que un viento huracanado me robó.
El viernes conociste a mis dos amigas de generación más queridas y compartimos cervezas, bromas y besos furtivos con insospechadas compañías. Me gustan tus labios en Coyoacán, me abriga tu sonrisa clara en la frialdad de la noche, me fascina tu mirada infinita y tus manos de dedos largos y caricias suaves.
Tras tu clase de griego moderno y mis dos compromisos laborales (estimado sr. V. y adorada sra. L.), nos vemos, algo muertos de hambre. Tenemos antojo de comida china: el agua de naranja acompaña dos platos para cada uno; por poco no nos cabe el postre. Te enteras de un proyecto que podría (o no) suceder en poco tiempo, y no te alejas: te noto más cercano, más fresco, más sincero. Caminamos al metrobús, llegamos a tu depa. La Gorda nos mira juguetona desde la levedad de su canina existencia.
Que se cierre esa puerta que no me deja estar a solas con tus besos. Los minutos pasan raudos, incontables. El ritmo lento es virtud y las tres interrupciones, castigo. Me conoce A., tu roomie, y salimos prestos para Antara. Te gustan los jardínes y las plantas: te adivino pacífico y en efecto, resultas un remanso de tranquilidad impensable en estos tiempos de relaciones líquidas. Te conoce Fer Tapia (más panameño que nunca). Departimos. Platicamos de todo, y la decoración y Sharper Image nos miran, más comerciales que nunca.
Siguiente destino: Pabellón Polanco. La música navideña de grandes bandas no puede ponerme de mejor humor. Vamos a mi segundo Starbucks favorito (acabo de recordar que el de Dr. Gálvez me gusta más). Te enteras donde vive el Dr. B. Los besos en la mesa cobran una víctima: tu latte. Reímos como niños y apuramos nuestros pasos.
Me preguntas si mi vida ha sido difícil. Te respondo que no lo sé, que dejé por mucho tiempo que mi pasado me determinara, que estoy dispuesto a vivir el presente como el único momento que realmente importa. Tú dices que tu vida ha sido un punto intermedio, yo admiro que hayas dejado Morelia, familia, amigos, todo. Ya te lo decía Mónica y ya lo suponía yo: dejaste mucho para hacer lo que tenías y querías hacer. Te estás labrando tu propio presente, self-made man (yo te miro y admiro).
Entramos a ver The golden compass. La historia atrapa, Nicole Kidman actúa como nunca, tus besos son el mejor azúcar para el té de frambuesa. Veremos Encantada, y terminaremos mañana El efecto mariposa. Caminamos, busco la ruta más pintoresca (la joie de [se] promener), te cuento sobre la escasez y la fragmentación monetaria en México y me entusiasmo como nunca contándote por qué me encanta la historia económica. Admiramos el ególatra volumen de Moliére 222 a. k. a. Corporativo Grupo Bal. Tu lengua hace divertido el recorrido. Masaryk es un inusual desierto decembrino.
El Hotel W es testigo silencioso de nuestra cena-antojo. Llega el momento de despedirse en el metro. Bastan un beso y una mirada y regresamos a la hidra de veinticinco millones de cabezas. Pero esta noche ambos sabemos que no estamos solos. I care about you. I will take care of you.
El viernes conociste a mis dos amigas de generación más queridas y compartimos cervezas, bromas y besos furtivos con insospechadas compañías. Me gustan tus labios en Coyoacán, me abriga tu sonrisa clara en la frialdad de la noche, me fascina tu mirada infinita y tus manos de dedos largos y caricias suaves.
Tras tu clase de griego moderno y mis dos compromisos laborales (estimado sr. V. y adorada sra. L.), nos vemos, algo muertos de hambre. Tenemos antojo de comida china: el agua de naranja acompaña dos platos para cada uno; por poco no nos cabe el postre. Te enteras de un proyecto que podría (o no) suceder en poco tiempo, y no te alejas: te noto más cercano, más fresco, más sincero. Caminamos al metrobús, llegamos a tu depa. La Gorda nos mira juguetona desde la levedad de su canina existencia.
Que se cierre esa puerta que no me deja estar a solas con tus besos. Los minutos pasan raudos, incontables. El ritmo lento es virtud y las tres interrupciones, castigo. Me conoce A., tu roomie, y salimos prestos para Antara. Te gustan los jardínes y las plantas: te adivino pacífico y en efecto, resultas un remanso de tranquilidad impensable en estos tiempos de relaciones líquidas. Te conoce Fer Tapia (más panameño que nunca). Departimos. Platicamos de todo, y la decoración y Sharper Image nos miran, más comerciales que nunca.
Siguiente destino: Pabellón Polanco. La música navideña de grandes bandas no puede ponerme de mejor humor. Vamos a mi segundo Starbucks favorito (acabo de recordar que el de Dr. Gálvez me gusta más). Te enteras donde vive el Dr. B. Los besos en la mesa cobran una víctima: tu latte. Reímos como niños y apuramos nuestros pasos.
Me preguntas si mi vida ha sido difícil. Te respondo que no lo sé, que dejé por mucho tiempo que mi pasado me determinara, que estoy dispuesto a vivir el presente como el único momento que realmente importa. Tú dices que tu vida ha sido un punto intermedio, yo admiro que hayas dejado Morelia, familia, amigos, todo. Ya te lo decía Mónica y ya lo suponía yo: dejaste mucho para hacer lo que tenías y querías hacer. Te estás labrando tu propio presente, self-made man (yo te miro y admiro).
Entramos a ver The golden compass. La historia atrapa, Nicole Kidman actúa como nunca, tus besos son el mejor azúcar para el té de frambuesa. Veremos Encantada, y terminaremos mañana El efecto mariposa. Caminamos, busco la ruta más pintoresca (la joie de [se] promener), te cuento sobre la escasez y la fragmentación monetaria en México y me entusiasmo como nunca contándote por qué me encanta la historia económica. Admiramos el ególatra volumen de Moliére 222 a. k. a. Corporativo Grupo Bal. Tu lengua hace divertido el recorrido. Masaryk es un inusual desierto decembrino.
El Hotel W es testigo silencioso de nuestra cena-antojo. Llega el momento de despedirse en el metro. Bastan un beso y una mirada y regresamos a la hidra de veinticinco millones de cabezas. Pero esta noche ambos sabemos que no estamos solos. I care about you. I will take care of you.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Impresión de un jueves por la tarde
"I've never met a Quadling before," [Melena] said, too loudly, too brightly. The months of solitude had made her forget her manners. "My family would never have Quadlings in to dine -not that there were many, or even any for all I know, in the farmlands around my family's estate. The stories make out that Quadlings were sneaky and incapable of telling the truth".
"How can a Quadling to answer [sic] such a charge if a Quadling is given always to lie?" [Turtle Heart] smiled at her.
She melted like butter on warm bread. "I'll believe anything you say."
[MAGUIRE, Gregory (1995). Wicked. The Life and Times of the Wicked Witch of the West. New York, Regan Books, p.15 ]
Hace apenas unas semanas pensaba que la vida me tenía deparada una temporada gris, burda y sin sentido. Como Melena aferrada a sus prejuicios sobre los habitantes de la tierra de Quadling, creía a pie juntillas que la melancolía había llegado para quedarse. En efecto, en los últimos meses hubo días muy tristes. Pero la vida, corazón de tortuga que oxigena lento pero seguro, se empeñó en demostrarme que no hay días tristes a priori.
De las pelis vistas en la última semana, recomiendo:
- Alfie (3.5/5 m), por la estupenda actuación de Jude Law en el papel de... ¿su vida?, la fotografía y la narrativa inusualmente bien trabajada, todo con el marco de un New York entrañable.
- Beowulf (4/5 m), por la trama, la animación en computadora en tercera dimensión (verdaderamente vale la pena verla en Imax, ¡gracias, Fer!) y la Jolie... el sajón de su primer vástago es antológico.
- Across the universe (4.5/5 m), por las canciones de los insuperables Beatles (Wer würde an Shakira in 2040 denken wenn man Rock Musik hat?), la bien lograda historia, el parecido del prota británico con el buen Paul McCartney... y el soundtrack. Añádase una compañía del todo agradable y ¡voilá! Sírvase caliente como el té de menta del Café Orquídea.
De los libros... Leo el sonado Wicked, de Gregory Maguire, una historia que explora el fascinante mundo de Oz antes de que Dorothy (o Dorita para los cuates del canal 5) llegara vía tornado express de un lejano poblado de Kansas. Al mismo tiempo me deleito con los múltiples artículos sobre historia monetaria y macroeconomía de la economía mexicana durante el siglo XVIII y XIX.
+++
La escuela va. Sólo faltan dos materias, el trabajo para examen profesional, que evaluará mi jefe, el adorable Dr. Ibarra, vacaciones mediante; y Matemáticas IV... Llega diciembre, y con él el Shopping Spree de innumerables conciudadanos dispuestos a elevar el crédito al consumo, el endeudamiento y la morosidad a niveles estratosféricos. "Debo no niego, pago no tengo", es la premisa bajo la cual el mundo parece moverse. Oigan las palabras de los economistas aguafiestas: no pasa mucho tiempo antes de ajustes estrepitosos y con efectos reales (i. e. sobre el nivel de actividad económica). Por lo pronto, a disfrutar de la subida estacional del producto interno bruto. ¡Felicidades a todos por anticipado!
"How can a Quadling to answer [sic] such a charge if a Quadling is given always to lie?" [Turtle Heart] smiled at her.
She melted like butter on warm bread. "I'll believe anything you say."
[MAGUIRE, Gregory (1995). Wicked. The Life and Times of the Wicked Witch of the West. New York, Regan Books, p.15 ]
+++
Hace apenas unas semanas pensaba que la vida me tenía deparada una temporada gris, burda y sin sentido. Como Melena aferrada a sus prejuicios sobre los habitantes de la tierra de Quadling, creía a pie juntillas que la melancolía había llegado para quedarse. En efecto, en los últimos meses hubo días muy tristes. Pero la vida, corazón de tortuga que oxigena lento pero seguro, se empeñó en demostrarme que no hay días tristes a priori.
+++
Recámara en penumbra interrumpida por el reflejo del televisor. Dos cuerpos se encuentran, dos seres que hasta hace poco eran perfectos desconocidos se empeñan en aprehenderse, lenta e inexorablemente. Poco importa que la película siga su curso, que no haya quien vea el fin de la historia. La ciudad cierra los ojos. Pero el deseo arrebata a la noche la calidez de los besos y lo prodigioso de las caricias.
+++
Camino seguro de mí mismo. Una extraña paz me envuelve. Empiezo a estar tranquilo y dispuesto a aceptar mi pasado como tal, a disfrutar el presente sin nombre, a dejar que el barco flote a donde lo lleve el viento. Caen mis defensas. El mundo puede hacerte sonreír de maneras insospechadas.
+++
De las pelis vistas en la última semana, recomiendo:
- Alfie (3.5/5 m), por la estupenda actuación de Jude Law en el papel de... ¿su vida?, la fotografía y la narrativa inusualmente bien trabajada, todo con el marco de un New York entrañable.
- Beowulf (4/5 m), por la trama, la animación en computadora en tercera dimensión (verdaderamente vale la pena verla en Imax, ¡gracias, Fer!) y la Jolie... el sajón de su primer vástago es antológico.
- Across the universe (4.5/5 m), por las canciones de los insuperables Beatles (Wer würde an Shakira in 2040 denken wenn man Rock Musik hat?), la bien lograda historia, el parecido del prota británico con el buen Paul McCartney... y el soundtrack. Añádase una compañía del todo agradable y ¡voilá! Sírvase caliente como el té de menta del Café Orquídea.
De los libros... Leo el sonado Wicked, de Gregory Maguire, una historia que explora el fascinante mundo de Oz antes de que Dorothy (o Dorita para los cuates del canal 5) llegara vía tornado express de un lejano poblado de Kansas. Al mismo tiempo me deleito con los múltiples artículos sobre historia monetaria y macroeconomía de la economía mexicana durante el siglo XVIII y XIX.
+++
La escuela va. Sólo faltan dos materias, el trabajo para examen profesional, que evaluará mi jefe, el adorable Dr. Ibarra, vacaciones mediante; y Matemáticas IV... Llega diciembre, y con él el Shopping Spree de innumerables conciudadanos dispuestos a elevar el crédito al consumo, el endeudamiento y la morosidad a niveles estratosféricos. "Debo no niego, pago no tengo", es la premisa bajo la cual el mundo parece moverse. Oigan las palabras de los economistas aguafiestas: no pasa mucho tiempo antes de ajustes estrepitosos y con efectos reales (i. e. sobre el nivel de actividad económica). Por lo pronto, a disfrutar de la subida estacional del producto interno bruto. ¡Felicidades a todos por anticipado!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
